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ASAMBLEA DE PARADOS MOLLET

Las Revoluciones con Flores

Que se pare el mundo que me bajo!! Lo siento no entiendo la revolución con flores : Estoy cansada de ver payasos (literalmente), de ver como bailan y cantan en los bancos,de pancartitas con simbolos de la paz y margaritas, del no somos de izquierdas ni de derechas, del "aqui cabe todo el mundo", etc,etc..... Yo me habré quedado muy antigua pero sigo pensando que sólo la profunda concienciación declase trabajadora, las huelgas con piquetes, las luchas como las de los mineros, los objetivos claros ideologizados (avanzar hacia el socialismo) y el sentimiento profundo de que lo que se esta librando es una lucha de clases y no un intento de reorientar la socialdemocracia.... ES LA ÚNICA LUCHA VÁLIDA y POSIBLE!!!!

Denuncian al rey por cohecho impropio por su cacería en Botsuana

La cacería de elefantes en Botsuana podría salirle algo cara al rey. Un grupo de ciudadanos ha denunciado al monarca ante la Fiscalía Anticorrupción por un presunto delito de cohecho pasivo impropio, por haber aceptado que el empresario saudí Mohamed Eyad Kayali corriera con los gastos de un safari de lujo que trascendió sólo porque el jefe del Estado tuvo que ser operado de urgencia por una fractura en la cadera derecha

El escrito, al que ha tenido accesoPúblico [descargar aquí], ha sido elaborado por el letrado José Luis Escobar y promovido por elMovimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional (MCRC). La denuncia hace primero un relato de hechos: la intervención del rey y las informaciones divulgadas en varios medios de comunicación de queKayali es administrador y hombre de confianza del príncipe Salman bin Abdulaziz al Saud, ministro de Defensa de Arabia Saudí y representante de los negocios de la dinastía saudí en España. Kayali fue además una de las piezas claves para la concesión a nuestro país del AVE entre La Meca y Medina.  Y se le señala "como el eslabón imprescindible para la compra de crudo por empresas de nacionalidad española" a Riad. 

El escrito toma como base la doctrina del Supremo en el 'caso de los trajes' 

A partir de ahí, el texto se adentra en justificar por qué Juan Carlos pudo cometer cohecho impropio, el mismo tipo penal que perseguía al expresidente Francisco Camps en el caso de los trajes, por el que finalmente fue absuelto. Se produce ese delito cuando una autoridad, en provecho propio, admite "dádiva o regalo que le fueren ofrecidos en consideración a su cargo", según el artículo 422 del Código Penal. Los denunciantes se basan en la doctrina del Tribunal Supremo expuesta en la reapertura, precisamente, de la causa de los trajes en 2010, que estipuló que sí hay delito si la entrega y aceptación del obsequio se vincula con la "especial condición y poder" que dimana del cargo público desempeñado por el receptor. Es decir, que no hace falta una contraprestación para observar ese delito de cohecho pasivo.  

Dos lecturas del 56. 3

Defiende que el rey sólo es inviolable cuando ejerce de jefe del Estado, no en su vida privada

No obstante, el escollo más difícil de superar, y que se intenta desentrañar en la denuncia, es el de la inviolabilidad del rey, que consagra el artículo 56. 3 de la Constitución. Escobar señala que una interpretación "teleológica e histórica" del término implicaría que el monarca ni siquiera podría ser juzgado y condenado en casos de de robo, asesinato o violación. Una lectura que entiende "anticonstitucional y anacrónica". El abogado defiende, por el contrario, acotar el significado del aserto de la Carta Magna. ¿Cómo? Precisando que el rey sólo "es irresponsable en sus actos como jefe de Estado, para los que necesita refrendo" de un miembro del Gobierno. La irresponsabilidad, dice el texto, no implica que Juan Carlos "pueda hacer lo que desea, sino justo lo contrario, que no puede oponerse a decisión alguna de las que tiene encomendadas constitucionalmente".

Pero esa irresponsabilidad no puede concebirse como un "privilegio personal", rebate Escobar. Y para ello se aferra a que hay actos del monarca que no necesitan de ningún refrendo, como ocurre con la organización de la Casa Real y la libre distribución de su presupuesto, según preserva el artículo 65 de la Carta Magna. Además, España ratificó el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (de 17 de julio de 1998), que en su artículo 27.1 establece que el tratado es aplicable "por igual a todos", y por tanto "el cargo oficial de una persona, sea jefe de Estado o de Gobierno" no le exime de responsabilidad penal "en ningún caso". Las Cortes ratificaron el tratado en 2002 y no hizo excepciones a ese precepto.  

Escobar es consciente de las dificultades de esta denuncia contra el rey. Y sabe que podría tener poco recorrido, frustrarse a la primera. Pero sostiene que llegará hasta el final, "hasta el Tribunal Constitucional", para que al menos emita doctrina de hasta qué punto es inviolable el jefe del Estado. La tarea se presenta titánica. Porque hasta ahora no hay precedentes. 

Denuncian al rey por cohecho impropio por su cacería en Botsuana

La cacería de elefantes en Botsuana podría salirle algo cara al rey. Un grupo de ciudadanos ha denunciado al monarca ante la Fiscalía Anticorrupción por un presunto delito de cohecho pasivo impropio, por haber aceptado que el empresario saudí Mohamed Eyad Kayali corriera con los gastos de un safari de lujo que trascendió sólo porque el jefe del Estado tuvo que ser operado de urgencia por una fractura en la cadera derecha

El escrito, al que ha tenido accesoPúblico [descargar aquí], ha sido elaborado por el letrado José Luis Escobar y promovido por elMovimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional (MCRC). La denuncia hace primero un relato de hechos: la intervención del rey y las informaciones divulgadas en varios medios de comunicación de queKayali es administrador y hombre de confianza del príncipe Salman bin Abdulaziz al Saud, ministro de Defensa de Arabia Saudí y representante de los negocios de la dinastía saudí en España. Kayali fue además una de las piezas claves para la concesión a nuestro país del AVE entre La Meca y Medina.  Y se le señala "como el eslabón imprescindible para la compra de crudo por empresas de nacionalidad española" a Riad. 

El escrito toma como base la doctrina del Supremo en el ’caso de los trajes’ 

A partir de ahí, el texto se adentra en justificar por qué Juan Carlos pudo cometer cohecho impropio, el mismo tipo penal que perseguía al expresidente Francisco Camps en el caso de los trajes, por el que finalmente fue absuelto. Se produce ese delito cuando una autoridad, en provecho propio, admite "dádiva o regalo que le fueren ofrecidos en consideración a su cargo", según el artículo 422 del Código Penal. Los denunciantes se basan en la doctrina del Tribunal Supremo expuesta en la reapertura, precisamente, de la causa de los trajes en 2010, que estipuló que sí hay delito si la entrega y aceptación del obsequio se vincula con la "especial condición y poder" que dimana del cargo público desempeñado por el receptor. Es decir, que no hace falta una contraprestación para observar ese delito de cohecho pasivo.  

Dos lecturas del 56. 3

Defiende que el rey sólo es inviolable cuando ejerce de jefe del Estado, no en su vida privada

No obstante, el escollo más difícil de superar, y que se intenta desentrañar en la denuncia, es el de la inviolabilidad del rey, que consagra el artículo 56. 3 de la Constitución. Escobar señala que una interpretación "teleológica e histórica" del término implicaría que el monarca ni siquiera podría ser juzgado y condenado en casos de de robo, asesinato o violación. Una lectura que entiende "anticonstitucional y anacrónica". El abogado defiende, por el contrario, acotar el significado del aserto de la Carta Magna. ¿Cómo? Precisando que el rey sólo "es irresponsable en sus actos como jefe de Estado, para los que necesita refrendo" de un miembro del Gobierno. La irresponsabilidad, dice el texto, no implica que Juan Carlos "pueda hacer lo que desea, sino justo lo contrario, que no puede oponerse a decisión alguna de las que tiene encomendadas constitucionalmente".

Pero esa irresponsabilidad no puede concebirse como un "privilegio personal", rebate Escobar. Y para ello se aferra a que hay actos del monarca que no necesitan de ningún refrendo, como ocurre con la organización de la Casa Real y la libre distribución de su presupuesto, según preserva el artículo 65 de la Carta Magna. Además, España ratificó el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (de 17 de julio de 1998), que en su artículo 27.1 establece que el tratado es aplicable "por igual a todos", y por tanto "el cargo oficial de una persona, sea jefe de Estado o de Gobierno" no le exime de responsabilidad penal "en ningún caso". Las Cortes ratificaron el tratado en 2002 y no hizo excepciones a ese precepto.  

Escobar es consciente de las dificultades de esta denuncia contra el rey. Y sabe que podría tener poco recorrido, frustrarse a la primera. Pero sostiene que llegará hasta el final, "hasta el Tribunal Constitucional", para que al menos emita doctrina de hasta qué punto es inviolable el jefe del Estado. La tarea se presenta titánica. Porque hasta ahora no hay precedentes. 

Fuente: Público.es

El rey, declarado "persona non grata" en una localidad de Barcelona

El Ayuntamiento de Berga, en Barcelona, ha aprobado una moción para declarar al rey"persona non grata".

La moción se ha aprobado con los votos a favor de La Candidatura d’Unitat Popular y las abstenciones de CiU y el PSC. El Partido Popular ha votado en contra.

La formación independentista considera que Juan Carlos de Borbón no es rey como resultado de un proceso democrático sino como consecuencia de la herencia dictada por Franco.

 

El Ayuntamiento aprueba esta moción por considerar que es rey por herencia del dictador Franco

Fuente:http://www.publico.es/

El problema es mayor que el 1%. Es el 10% Vicenç Navarro | Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra nuevatribuna.es | Actualizado 13 Abril 2012 - 07:40 h.

Una consecuencia de las políticas neoliberales llevadas a cabo en la mayoría de países de la OCDE desde la época del Presidente Reagan en EEUU y de Margaret Thatcher en Gran Bretaña, ha sido la enorme concentración de las rentas en aquellos países, alcanzando niveles desconocidos desde la época que precedió a la Gran Depresión a principios del siglo XX. Un caso claro es EEUU. En el año 1929, el 1% de renta superior de la población tenía el 24% de toda la renta del país. Las reformas New Deal introducidas por el Presidente Franklin Roosevelt (que es todavía hoy el Presidente más popular que ha tenido EEUU), que consistieron en el establecimiento de políticas redistributivas, en la introducción de políticas sociales universales (como la Seguridad Social), en facilitar la sindicalización -que causó un gran aumento de los salarios-, así como en el aumento del gasto público en inversiones en la infraestructura del país, -creando gran cantidad de empleo- determinaron una reducción muy notable de tal concentración de las rentas y riquezas. Las políticas redistributivas se mantuvieron durante el periodo 1934 a 1978. Incluso durante la administración Republicana del Presidente Eisenhower, el 1% superior de la población (los súper ricos) pagaron en impuestos por sus ingresos casi un 80% de su renta.

Tales políticas cambiaron desde el establecimiento del neoliberalismo, a partir del Presidente Reagan, introduciéndose medidas opuestas a las realizadas en la época anterior. La progresividad fiscal se diluyó, los programas de carácter universal se redujeron y los sindicatos fueron debilitados como consecuencia de intervenciones públicas (tales como la desregulación de los mercados laborales) que determinaron, de nuevo, una enorme concentración de las rentas, alcanzando su máximo de nuevo en el año 2008, cuando poseyeron de nuevo el 28% de la renta nacional. Esta enorme concentración de las rentas creó un problema económico mayor. Esta concentración se consiguió a base de la reducción de las rentas del trabajo, creando con ello un problema de demanda de mayores proporciones. Como había ocurrido en los años veinte del siglo XX, la polarización de las rentas en aquel momento causó la Gran Depresión, de una manera semejante que ahora esta concentración ha originado la Gran Recesión.

Este 1% de la población es el que consigue sus ingresos predominantemente de las rentas del capital y tiene un enorme poder financiero, empresarial, mediático y político, pues controlan los medios de financiación, de producción, de información y difusión, con la complicidad del Estado, cuyas políticas han facilitado tal concentración. De ahí que el movimiento Occupy Wall Street en EEUU los señale, con razón, como los responsables de la crisis financiera y económica. (Es interesante subrayar que es un indicador de la enorme influencia mediática y política de los súper ricos que la concentración de las rentas y de las riquezas como causa de la Gran Recesión apenas aparece en los medios).

Ahora bien, hay que concienciarse de que por mucho poder que tenga este 1% (y lo tiene, y mucho), su poder se apoya en una parte de la sociedad (otro 9%) cuyas rentas dependen de la existencia de este 1%. Es decir, el 1% es parte del 10% de renta superior que consigue amplios beneficios de esta concentración de la renta. Este 10% controla hoy el 52% de toda la renta de EEUU, habiendo seguido una evolución semejante que la del 1% descrito anteriormente. En 1928 tenía el 52% de la renta. Bajó hasta el 32% en 1978, para subir de nuevo al 52% en el 2008.

El problema, pues, no se limita al 1%, sino al tope 10%, que incluye a los profesionales al servicio del sistema financiero, económico y mediático del país y de cuyos servicios obtienen enormes beneficios. Entre este 10% están todos los que dirigen las instituciones reproductoras del sistema financiero, económico y mediático, y cuyo poder de reproducción de valores y promoción de imágenes (como es la promoción de la postura de que no hay alternativas a las que el establishment propone) es vital para la permanencia del sistema. Hoy tales instituciones tienen un dominio sobre el Estado y una hegemonía sobre los aparatos culturales e ideológicos que facilitan tal control. De ahí que, aún cuando los que “mandan” en la sociedad son sólo un 1% de la población, este mando no puede ocurrir sin este otro 9%, sumando un 10% que no va a ser fácil de cambiar.

Ahora bien, hay que ser también conscientes de que la gran mayoría de la población hoy sabe quiénes son los responsables y su movilización puede forzar este cambio. Según las últimas encuestas realizadas en EEUU, la mayoría de la ciudadanía (que varía según la encuesta de un 68% a un76%) no cree que la economía funcione para el bien de todos, y una mayoría semejante no cree que el Congreso de EEUU represente sus intereses. Un tanto parecido ocurre en la gran mayoría de países de la OCDE. Concretamente, en España, la mayoría de la población no cree que la economía esté funcionando para el bien de todos o que la clase política responda a sus intereses. La causa de esta alienación política es fácil de ver, aún cuando sea difícil leerlo u oírlo en los mayores medios de información: la enorme concentración de las rentas y de las riquezas en un sector minoritario de la población (no más de un 10%) y su excesiva influencia política y mediática en nuestras sociedades. Y la población es consciente de ello. De ahí el enorme temor y represión del sistema hacia estos movimientos sociales, como el movimiento 15-M en España o el movimiento Occupy Wall Street en EEUU que, continuadores de movimientos contestatarios como los sindicatos y otros movimientos sociales, critican al sistema, subrayando la falta de coherencia entre discurso y narrativa oficial pro democrática del establishment político y mediático del país por una parte, y la realidad profundamente antidemocrática que aparece en sus prácticas cotidianas y en sus políticas públicas, todas ellas llevadas a cabo sin ningún apoyo o mandato popular.

Ernesto Guevara................

Ernesto Guevara................

frases

Para meditar

El Che

HACERLO SEGUIR HASTA QUE TODO EL MUNDO SE ENTERE, Y DEVUELVAN EL DINERO QUE ES DE TODO

Me ha llegado este correo para su difusión en la red

Carta abierta al Sr. Rajoy:
QUE CORRA POR LA RED

Sr. RAJOY:

Podemos soportar las exigencias del guión que marque Europa para superar el déficit. Sí que tenemos coraje y determinación, que son conceptos que a usted le gustan mucho. Estamos dispuestos a ser
exigentes con nosotros mismos para poder superar el déficit. Pero el mismo rigor que ponemos nosotros como ciudadanos, el mismo nivel de exigencia que tiene usted con nosotros, el mismo, queremos verlo con las instituciones de las comunidades autónomas.

1.- ¿Está usted enterado de que la CAM "quebró" y se "evaporaron" en torno a 6.000.000.0000 (seis mil millones) de euros? ¿No hay responsables? Usted, Sr. Rajoy, sabe que sí.

2.- ¿Está usted enterado de que el Banco de Valencia "quebró" y se evaporaron en torno a 3.000.000.000 (tres mil millones) de euros?. ¿No hay responsables? Usted, Sr .Rajoy, sabe que sí.

3.- ¿Está usted enterado de que el "agujero" de BANCAJA lo tapó el SR. RATO en Caja Madrid? Usted, Sr. Rajoy, sabe que hay responsables.

4.-¿Está usted enterado de que hay una trama GÜRTEL que ha "distraido" millones de euros en financiación de eventos, y hasta sacó "partido" de la visita del PAPA a Valencia?. ¿Sabe que hay
responsables? Usted, Sr. Rajoy, sabe que sí. Por si lo duda, lo de los trajes son migajas, pero ¡QUÉ POCA ÉTICA!.

5.-¿Está usted enterado de que en Valencia hay una empresa que depende del Ayuntamiento y de la Diputación, llamada EMARSA, que se ha "trajinado" más de 17.000.000 millones de euros del dinero público? ¿No hay responsables? Usted, Sr. Rajoy, sabe que sí.

6.- ¿Está usted enterado de que en Castellón "sólo" le toca la lotería al Sr. Fabra? Su colega es hábil para blanquear dinero. ¿No tiene responsabilidad? Usted, Sr. Rajoy, sabe que sí.

7.- ¿Está usted enterado de que en Alicante hay una trama BRUGAL que se "trajina" dineros públicos? Esos dineros salen de las contratas de basuras y del Plan General de Ordenación Urbana de Alicante. ¿No existen responsables? Usted, Sr. Rajoy, sabe que sí. Y le damos una pista por si nos responde "depende... depende" Mire usted al "burladero" de las cortes valencianas y los encontrará parapetados-aforados: Alperi-Castedo-Hernández-Mateo... los otros se nos olvidan, pero consulte usted a los tribunales y las listas de diputados electos de su partido, y... ¡qué coincidencia!, ¿no?

En fin, Sr. Rajoy, no queremos aburrirle con "menudencias" pero sí exigirle que, como buen Registrador de la Propiedad, se ponga manos a la obra y nos devuelva todo lo que se apropiaron indebidamente, hasta el último céntimo.

Nos han exigido sacrificios a los dependientes, a los trabajadores,a los pensionistas, a los alumnos de primaria y secundaria, a los universitarios, a los investigadores, a los funcionarios, a las farmacias, a las librerías, a los proveedores autónomos de las Comunidades Autónomas, etc. etc.; a las ONGs, nos han subido los impuestos, el transporte, los combustibles... con CORAJE Y DETERMINACIÓN, Y COMO DIOS MANDA, conceptos que a usted, Sr. Rajoy, le son muy queridos.

Sr. Rajoy, como buen Registrador de la Propiedad, póngase a trabajar y que nos DEVUELVAN hasta el último céntimo de todo lo que nos han ROBADO. No queremos volver a ver a Trillo "bruñendo" la
presunción de inocencia. Que trabaje Gallardón en Justicia. Estamos alarmados con Urdangarín y se le calculan 5.000.000 de euros. Los miles de millones que se han "trajinado" sus amigos en las Comunidades Autónomas le ayudarán a tapar algunas décimas en el agujero del déficit del estado. ¿Esto no le alarma, don Mariano?. A trabajar, con CORAJE y DETERMINACIÓN, COMO DIOS MANDA. ¿O sólo se atreve usted con los trabajadores?

Se nos olvidaba: digale a SORAYA que en la próxima rueda de prensa del Consejo de Ministros trate el tema y nos tranquilice.

Póngase manos a la obra con todo lo antedicho y tendrá usted nuestro apoyo. No lo dude, don Mariano.

HACERLO SEGUIR HASTA QUE TODO EL MUNDO SE ENTERE, Y DEVUELVAN EL DINERO QUE ES DE TODOS.

Fuente:Alba (Asamblea de Parados Montornes)

Las joyas de la politiquería Española.

El nuevo ministro de Defensa español

dirige una empresa que vende

armamento a más de 90 ejércitos.

El nuevo ministro de Defensa español, Pedro Morenés Eulate, fue consejero y hasta hace un mes representante de la empresa Instalaza SA, fabricante de bombas de racimo, y actualmente es director ejecutivo en España de la empresa MBDA, que diseña, fabrica y vende misiles. 

PEDRO MORENÉS EULATE

El ministro de Defensa entró a formar parte de Instalaza SA el 26 de agosto de 2005 como consejero. Estuvo en ese puesto casi dos años, hasta el 31 de mayo de 2007, fecha en la que cesó para ser nombrado representante, cargo que ostentó hasta el 20 de septiembre de este mismo año, solo un mes antes de que se celebrasen las elecciones generales.

Mientras ocupaba el cargo de representante, y según desveló el diario Cinco Días el pasado 9 de mayo, Instalaza SA decidió reclamar al Gobierno “una compensación de 40 millones de euros en concepto de daño emergente y lucro cesante después de que España decidiera prohibir las bombas de racimo”.

En diciembre de 2008 un total de 107 países, entre ellos España, ratificó un tratado internacional que prohibía el uso, desarrollo, fabricación, adquisición y almacenamiento de bombas de racimo. Un mes después, el 6 de enero de 2009, la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón, aseguraba que el Gobierno aprobaría “en pocos días” las nuevas Reales Ordenanzas —normas de conducta para las Fuerzas Armadas— que suponían, entre otras cosas, “la exclusión del uso de ciertas armas y tácticas que repugnan a la conciencia moderna”, como las bombas de racimo.

Casi dos años después, la organización Human Rights Watch (HRW) confirmaba lo que era de esperar: España y otros países que se habían comprometido a eliminar las bombas de racimo habían destruido ya un total de 176.000 artefactos. Según EFE, España se adscribió no obstante a la excepción que permitía conservar los artefactos de racimo que no excedían las 20.000 minibombas con el fin de investigar y entrenar.

Morenés desempeña en la actualidad el cargo de director ejecutivo de la empresa de misiles MBDA, una compañía con operaciones en Reino Unido, Francia, Alemania e Italia que diseña y fabrica misiles. En 2008, MBDA registró un volumen de negocio de 2.700 millones de euros, produjo unos 3.000 misiles y consiguió una cartera de pedidos de 11.900 millones de euros. MBDA vende armamento a unos 90 ejércitos de todo el mundo.

LibreRed.net / Público

Dialéctica.

Dialéctica: base de la política revolucionaria...

Ejercitar la política revolucionaria implica un método científico para crear nexos entre sectores sociales que han permanecido divorciados en el plano de su conciencia, pero que estando en situaciones económicas semejantes, deben ser incorporados al proyecto social de liberación contra el capitalismo; por lo cual el primer deber de la vanguardia es desplegar una política de unión de todas las clases y capas de la sociedad que viven del trabajo propio para convertirlas en el nuevo bloque social que impulse la transición a la igualdad de clases.

Visto el objetivo estratégico, ninguna táctica debe ser valorada aisladamente pues la dialéctica científica exige analizar los escenarios generales y preservar la cosmovisión de finalmente a quién beneficia una determinada política. En tal sentido, el partido, las acciones y las alianzas, lejos de ser copias dogmáticas de valiosas gestas del ayer, deben representar la interpretación de las circunstancias y correlaciones de fuerzas del presente.

Así como Lenin realizó la mejor revolución posible en 1917, hoy los venezolanos hacemos la nuestra con el material humano disponible. Definirnos abiertamente como polo socialista y diferenciarnos del polo capitalista, no contradice la política del diálogo, dado que esta y la polarización cohabitan como formas democráticas para construir la base ideopolítica de identificación entre la ciudadanía y su vanguardia.

Pertinente es apreciar las palabras del ministro Rafael Ramírez, quien en la interpelación parlamentaria del 17 de febrero pasado, sentenció: “Lo que está en contraposición son dos modelos: El socialismo y el capitalismo (…) Aquí ahora nadie va a venir a esterilizar los temas (...) Vamos a dar una discusión para que sea seria, para que eduque a nuestro pueblo”.

Un análisis para considerar posturas

Los políticos, son esa clase de personas que prefiero tener lejos, esa clase de persona que me dan ganas de vomitar y esa clase de personas que me dan ganas de golpear.

Cuando uno está cerca de un político puede sentir su soberbia puede sentir su corrupción y sentir su conciencia. Esa clase de gente orgullosa y bien hablada, son la causa de todos los problemas de este país .Siempre sonriendo como si fueran mejor que uno, pero saben que, no lo son, todo lo contrario. Esas personas que negocian hasta con la vida de sus hijos siempre están metidos en corrupción, lavado de dinero, trafico de drogas etc. etc. etc. Siempre quieren más y más dinero para alimentar sus vicios, drogas, prostitutas, lujos y montones de cosas más que nosotros por más que queramos tenerlas nunca podríamos.

Esto se repite en todos los partidos, en todas las ideologías, en todo. Hasta los políticos que dicen ser de izquierda, ser del pueblo, ser populares son la mima lacra social.

Yo me pregunto, ¿para que los necesitamos?

Se la pasan fingiendo una eterna pelea entre derecha e izquierda, radicales, socialistas y comunistas, y a la noche cenan caviar todos juntos y nosotros, el pueblo nos creemos todas esas peleas y hasta nos ponemos la camiseta de algunos de ellos y los defendemos y nos peleamos con sus opositores y hasta llegamos a pensar de que formamos partes de sus vidas, ¿pero saben qué? a ellos no le importamos una mierda y nunca le vamos a importar. Ellos solo quieren que nos distraigamos con cualquier cosa para que ellos puedan seguir con sus negocios con sus lujos y su soberbia.

Solo se encargan de tomar miles de malas decisiones que nos arruinan la vida cada día un poco mas y encima hablan de nosotros como si nos ayudaron como si nos dieran de comer pero no nos dan de comer, por el contrario, somos nosotros quienes que con nuestros sueldos pagamos los impuestos que los alimentan, ellos no aportan en nada en nuestras vidas, ellos viven otra vida, y si es por algo que siempre están sonriendo, es porque se ríen de nosotros, se nos ríen en la cara y saben que no podemos hacer nada, saben que son impunes, ¿pero saben qué?, si podemos hacer algo, podemos hacer muchas cosas. Se me ocurren miles de soluciones inmediatas, miles, se que podemos recurrir a miles de métodos para acabar con esta gentuza, pero volverán a aparecer mas, estas cucarachas salen hasta debajo de las alfombras. La solución es crear conciencia, es que la gente se dé cuenta que no necesita políticos para vivir, que ellos no los ayudan en el trabajo, que ellos no los conocen , que no conocen sus problemas, que nunca compartirán nada con ellos y ni siquiera podrán hablar con ellos.

Sea donde sea, siempre están con sus guarda espaldas , con su policía, con sus matones.

Agraïment públic.

 

Agraïment.



Des Mollet Assemblea d’Aturats Molletvolem agrair la participació dels representants deles Assemblees de RipolletHospitalet, Casteldefesi també a la CiutatPer prestar lesinstal · lacionsA la Xerrada Taller de Cooperativisme, realitzada a la Masia de CanBorrell de la nostra ciutat.

Activitat que contribueixreforça la nostra autoformació, a més demostra un cop més queel fet que estiguem aturats no vol dir que com a tals ens trobem resignats a la nostrasituació.

Aquest tipus d’activitats i altres aspirem continuar fent-a la nostra ciutat i demas ciutats onhi hagi Assemblees d’Aturats i Paradesa si com fins ara contribuir tots a la creació iformació de noves Assemblees.

Des ja vam comunicar a la comunitat molletana, Catalana i de tot l’Estat la nostra fermavoluntat de construirformar-nos i canviar la nostra situació.

Per una societat lliureJusta Igualitària ......
MOLLET ASSEMBLEA D’ATURATS MOLLET
 

 

Agradecimiento Publico.

Agradecimiento.

 

Desde Mollet Asamblea de Parados Mollet, queremos agradecer la participación de los representantes de las Asambleas de Ripollet, Hospitalet, Casteldefes, y tambien a la Ciudad. Por prestarnos las Instalaciones. A la Charla Taller de Cooperativismo, realizada en la Masia de Can Borrell de nuestra ciudad.

Actividad que contribuye, refuerza nuestra autoformación, ademas demuestra una vez mas que el echo de que estemos parados no significa que como tales nos hallamos resignados a nuestra situación.

Este tipo de actividades y otras aspiramos continuar haciendolas en nuestra ciudad y demas ciudades donde existan Asambleas de Parados y Paradas, a si como hasta ahora contribuir todos en la creacion y formacion de nuevas Asambleas.

Desde ya comunicamos a la comunidad Molletana , Catalana y de todo el Estado nuestra firme voluntad de construir, formarnos y cambiar nuestra situacion.

Por una sociedad Libre, Justa Igualitaria......

MOLLET ASAMBLEA DE PARADOS MOLLET

América Latina tampoco debe olvidar

Los militares y paramilitares responsables de los miles de asesinatos en América Latina han sido, en su mayoría, recompensados como lo ha sido el asesino de bin Laden. Para algunos de ellos, la recompensa ha sido la impunidad; el poder jactarse, incluso, de lo hecho, sin que caiga sobre ellos el peso de la ley.

Una de las muchas discusiones que han desatado los recientes acontecimientos vinculados a Osama bin Laden ha sido el que se le “ajusticiara”, es decir, que se le asesinara a sangre fría sin que mediara un juicio al que todos, independientemente de la gravedad de los hechos que se le achaquen, tienen derecho.

Centrados en estos acontecimientos, de memoria corta como solemos ser los latinoamericanos, olvidamos que los Estados Unidos han utilizado este método desde hace mucho tiempo y contra nosotros mismos, cuando su enemigo mortal no era el terrorismo sino el comunismo.

En efecto, ¿qué otra cosa son, si no, los miles de asesinados y desaparecidos que a lo largo y ancho de América Latina permanecen, en su inmensa mayoría, sin que se sepa el lugar en donde yacen sus restos? Ellos fueron víctimas de la política de seguridad nacional impulsada desde Washington en las décadas del 60, 70 y 80 del siglo pasado, solo que los ejecutores no eran, las más de las veces, los Estados Unidos mismos, sino las Fuerzas Armadas de los distintos países latinoamericanos.

Pero las fuerzas de élite de esas Fuerzas Armadas “nacionales” eran adiestradas, militar e ideológicamente, en instituciones norteamericanas especialmente concebidas para formar cuadros que combatieran al enemigo comunista, al enemigo subversivo. Para nadie es desconocido el nombre de la Escuela de las Américas, que funcionó en las instalaciones norteamericanas del Canal de Panamá, en donde se formo la élite de la contrainsurgencia de los ejércitos de la región.

Adiestrados como máquinas de matar, los cuadros militares graduados en esta escuela aplicaron a miles el método de ajusticiamiento que, hoy por hoy, le han aplicado a Osama bin Laden, solo que en nuestro caso se trata de miles de personas, de familias enteras que fueron borrados de la faz de la tierra.

Los militares y paramilitares responsables de los miles de asesinatos en América Latina han sido, en su mayoría, recompensados, como lo ha sido el asesino de bin Laden. Para algunos de ellos, la recompensa ha sido la impunidad; el poder jactarse, incluso, de lo hecho, sin que caiga sobre ellos el peso de la ley. En Guatemala, por ejemplo, el General Efraín Ríos Montt, responsable de un verdadero genocidio llevado a cabo a inicios de los años 80, ha sido candidato presidencial y presidente del Congreso de la República. El General retirado Otto Pérez Molina, graduado de la Escuela de las Américas, que durante el período de las peores masacres en Guatemala fue el jefe de la inteligencia militar (G2), es ahora candidato presidencial. Muchos otros disfrutan de su retiro y mueren tranquilamente en su cama, rodeados de los que los consideran héroes que no hicieron sino cumplir con su deber en el momento debido.

Luis Posada Carriles, terrorista confeso, responsable de muertes, atentados y complots durante decenas de años, se cobija bajo la sombra del ala del águila norteamericana y, a escasas 90 millas del país que ha sido objeto de su obsesiva acción terrorista, Cuba, se mueve con entera libertad y es cortejado por el establishment norteamericano. ¿No deberían los norteamericanos, entonces, ponerse ellos mismos en la lista negra, que anualmente elaboran, de los Estados que apoyan al terrorismo?

Como parte de la parafernalia que el gobierno norteamericano ha impulsado a raíz del asesinato de Bin Laden, el presidente Barak Obama se hizo presente en la llamada Zona Cero en Nueva York, en donde a la par de dejar una ofrenda floral, dijo un breve discurso. En él, a manera de advertencia, dijo: “Estados Unidos nunca olvida”.

Los latinoamericanos tampoco debemos olvidar.

 

Autora:Yesenia Belandria Chacon

Los diez mandamientos de la teología neoliberal


Los mandamientos de la teología económica neoliberal representan el pacto de amor incondicional suscrito entre los promotores de la globalización neoliberal y el Mercado. ¿Puede la democracia revertir los procesos de pauperización y desdemocratización provocados por esta teología sacrificial, individualista e insolidaria dominante a escala global?

En su Historia del siglo XX, el historiador británico Eric Hobsbawm se refiere a las décadas de 1980 y 1990 como la “era de la teología económica neoliberal”. En la misma línea, y haciendo igualmente un uso metafórico del lenguaje religioso, el escritor y periodista español Manuel Vázquez Montalbán acuñó la descriptiva expresión “teología neoliberal” para referirse a un tipo de fundamentalismo económico basado en los dogmas del neoliberalismo, hoy de sobra conocidos: desregulación de la economía, privatización y reducción del papel del Estado, entre otros principios que convierten al libre mercado en una especie de divinidad universal cuyos preceptos deben ser obedecidos de manera inflexible. El economista italiano Riccardo Petrella habla de las “Nuevas Tablas de la Ley” fundadas por la teología neoliberal: los mandamientos revelados por el dios Mercado a Friedrich Hayek, Milton Friedmann y el resto de colegas de la Sociedad del Monte Peregrino, congregados en esta localidad suiza en 1947 para cargar contra el New Deal del presidente Roosevelt y el keynesianismo hegemónico en aquel momento.

Desde entonces y hasta hoy, los mandamientos de la teología neoliberal han sido perfectamente naturalizados e impuestos gradualmente urbi et orbi durante décadas de propaganda política y mediática. Durante años, Margaret Thatcher sostuvo, como si fuera un oráculo revelador de una verdad inexorable, la máxima de que “no hay alternativa” (There is no alternative) a la globalización capitalista neoliberal. Los mandamientos de la teología económica neoliberal representan el pacto de amor incondicional suscrito entre los promotores de la globalización neoliberal y el Mercado. Los deberes incondicionales que la teología neoliberal exige cumplir pueden formularse del siguiente modo:

1. Amarás al Señor tu Dios, el Mercado, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este mandamiento expresa el principio de divinización y sacralización del Mercado, fundado en el amor único y la fe ciega que el ser humano está llamado a depositar en este mecanismo abstracto, rechazando todos los pecados y herejías que le son contrarios. Cualquier intento de interferir en su funcionamiento libre y natural para introducir elementos de justicia redistributiva conduce directamente al socialismo, catalogado como ideología herética a combatir. El Mercado es quien con sus propias leyes regula los precios, estimula la producción, castiga al incompetente y premia al emprendedor virtuoso. La principal representación simbólica del Mercado en la Tierra es el dinero, al que se le debe rendir culto todos los días. De manera metafórica, en los Gründisse (1857-58), Marx afirmaba que en las sociedades capitalistas el dinero es la divinidad entre las mercancías: “De su figura de siervo, en la que se presenta como simple medio de circulación, se vuelve de improviso soberano y dios en el mundo de las mercancías”.

2. No opondrás resistencia a la actual globalización neoliberal de mercados, finanzas y capitales. Es necesario que te adaptes a este proceso imparable e irreversible que sigue adelante contra viento y marea.

3. Privatizarás todo lo privatizable, reducirás a mínimos el Estado y dejarás el gobierno en manos de poderes globales privados. Este precepto exige desmantelar el Estado social y promover el control de los servicios públicos por parte del sector privado, hecho que permitirá una gestión más eficaz de los recursos. El Estado, de este modo, se convertirá en una institución residual, mantenido como mero garante de los derechos de propiedad privada y árbitro en los conflictos jurídicos entre individuos.

4. No ejercerás resistencia contra el sacrificio de vidas humanas y no humanas. La vida humana y la de la naturaleza son sólo un medio más para mantener y asegurar la continuidad del sistema vigente.

5. No te resistirás a la innovación tecnológica. Es necesario que te adaptes rápida e intensamente a las nuevas tecnologías para reducir gastos y eliminar fuerza de trabajo inútil.

6. Liberalizarás todos los mercados nacionales hasta hacer que el mundo se convierta en un mercado único global. Cualquier forma de proteccionismo es declarada totalmente incompatible con la fe en el Mercado.

7. Codiciarás los bienes ajenos. Extenderás tus propiedades allende los mares ejerciendo nuevas formas de colonización.

8. Practicarás el evangelio de la competitividad. Lucharás a sangre y fuego contra el prójimo hasta llegar a ser el vencedor, el mejor y más exitoso líder del mercado. De no hacerlo, tus posibilidades de supervivencia en el Paraíso son nulas, pues serás liquidado por otros más competitivos que tú y, por tanto, expulsado.

9. Sustituirás la justicia social, una grave amenaza y coerción al valor de la libertad individual, por la caridad, la compasión y la buena voluntad como ejemplo de virtud moral altruista con los desafortunados que viven al margen del Mercado.

10. Defenderás una “utopía conservadora” (Hinkelammert), aquella que hace apología de la realidad existente, la radicaliza y mantiene inmutable. Abandonarás sin contemplaciones el sueño y la esperanza vana de un mundo mejor, más justo, igualitario y democrático, porque ya estás, de hecho, en el mejor de los mundos posibles.

Los dogmas de la teología neoliberal consagran la glorificación de la sociedad y la ideología de consumo; respaldan la presión de los mercados financieros y las agencias de calificación de riesgo sobre la economía de un país; utilizan la retórica de la moderación, el ajuste y la austeridad presupuestaria para recortar, deteriorar o privatizar servicios sociales públicos (sanidad, educación, transportes, etc.); transforman el Estado de Bienestar para la ciudadanía en un Estado de Bienestar para las empresas privadas; generan desigualdades estructurales de poder y riqueza y, por tanto, legitiman la exclusión social; amparan el secuestro de la democracia por parte de poderosos actores privados que convierten al Mercado en la instancia que toma decisiones políticas, sociales y económicas que afectan al común de la sociedad; promueven un modelo de desarrollo que propicia la insostenibilidad ecológica, la homogeneización cultural y la generación de formas de sociabilidad empobrecidas (darwinismo social del sálvase quien pueda, egoísmo insolidario y destrucción de los vínculos comunitarios).

¿Puede la democracia revertir los procesos de pauperización y desdemocratización provocados por esta teología sacrificial, individualista e insolidaria dominante a escala global? Será la reflexión de la próxima crónica.

Autora:

Yesenia Belandria Chacon

 

Especular........

‎"La especulación no genera riqueza , genera más concentración de la riqueza"

Histórico texto de Simón Bolívar, una pieza fundamental del pensamiento latinoamericano, escrito el 6 de setiembre de 1815.

CARTA DE JAMAICA

Contestación de un Americano Meridional a un caballero de esta isla

Kingston, 6 de septiembre de 1815 

Me apresuro a contestar la carta del 29 del mes pasado que Vd. me hizo el honor de dirigirme, y que yo recibí con la mayor satisfacción.

Sensible, como debo, al interés que Vd. ha querido tomar por la suerte de mi patria, afligiéndome con ella por los tormentos que padece, desde su descubrimiento hasta estos últimos periodos, por parte de sus destructores los españoles, no siento menos el comprometimiento en que me ponen las solícitas demandas que Vd. me hace sobre los objetos más importantes de la política americana. Así, me encuentro en un conflicto, entre el deseo de corresponder a la confianza con que Vd. me favorece y el impedimento de satisfacerla, tanto por la falta de documentos y libros, cuanto por los limitados conocimientos que poseo de un país tan inmenso, variado y desconocido como el Nuevo Mundo.

En mi opinión es imposible responder a las preguntas con que Vd. me ha honrado. El mismo barón de Humboldt, con su universalidad de conocimientos teóricos y prácticos, apenas lo haría con exactitud, porque aunque una parte de la estadística y revolución de América es conocida, me atrevo a asegurar que la mayor está cubierta de tinieblas y, por consecuencia, sólo se pueden ofrecer conjeturas más o menos aproximadas, sobre todo en lo relativo a la suerte futura y a los verdaderos proyectos de los americanos; pues cuantas combinaciones suministra la historia de las naciones, de otras tantas es susceptible la nuestra por su posición física, por las vicisitudes de la guerra y por los cálculos de la política.

Como me conceptúo obligado a prestar atención a la apreciable carta de Vd., no menos que a sus filantrópicas miras, me animo a dirigirle estas líneas, en las cuales ciertamente no hallará Vd. las ideas luminosas que desea, mas si las ingenuas expresiones de mis pensamientos.

"Tres siglos ha —dice Vd.— que empezaron las barbaridades que los españoles cometieron en el grande hemisferio de Colón." Barbaridades que la presente edad ha rechazado como fabulosas, porque parecen superiores a la perversidad humana; y jamás serían creídas por los críticos modernos, si constantes y repetidos documentos no testificasen estas infaustas verdades. El filantrópico obispo de Chiapas, el apóstol de la América, Las Casas, ha dejado a la posteridad una breve relación de ellas, extractadas de las sumarias que siguieron en Sevilla a los conquistadores, con el testimonio de cuantas personas respetables había entonces en el Nuevo Mundo, y con los procesos mismos que los tiranos se hicieron entre sí, como consta por los más sublimes historiadores de aquel tiempo. Todos los imparciales han hecho justicia al celo, verdad y virtudes de aquel amigo de la humanidad, que con tanto fervor y firmeza denunció ante su gobierno y contemporáneos los actos más horrorosos de un frenesí sanguinario.

¡Con cuanta emoción de gratitud leo el pasaje de la carta de Vd. en que me dice "que espera que los sucesos que siguieron entonces a las armas españolas acompañen ahora a las de sus contrarios, los muy oprimidos americanos meridionales"! Yo tomo esta esperanza por una predicción, si la justicia decide las contiendas de los hombres. El suceso coronará nuestros esfuerzos porque el destino de la América se ha fijado irrevocablemente; el lazo que la unía a la España está cortado; la opinión era toda su fuerza; por ella se estrechaban mutuamente las partes de aquella inmensa monarquía; lo que antes las enlazaba, ya las divide; más grande es el odio que nos ha inspirado la Península, que el mar que nos separa de ella; menos difícil es unir los dos continentes que reconciliar los espíritus de ambos países. El hábito a la obediencia; un comercio de intereses, de luces, de religión; una reciproca benevolencia; una tierna solicitud por la cuna y la gloria de nuestros padres; en fin, todo lo que formaba nuestra esperanza nos venía de España. De aquí nacía un principio de adhesión que parecía eterno, no obstante que la conducta de nuestros dominadores relajaba esta simpatía, o, por mejor decir, este apego forzado por el imperio de la dominación. Al presente sucede lo contrario: la muerte, el deshonor, cuanto es nocivo, nos amenaza y tememos; todo lo sufrimos de esa desnaturalizada madrastra. El velo se ha rasgado, ya hemos visto la luz y se nos quiere volver a las tinieblas, se han roto las cadenas; ya hemos sido libres y nuestros enemigos pretenden de nuevo esclavizarnos. Por lo tanto, la América combate con despecho, y rara vez la desesperación no ha arrastrado tras sí la victoria.

Porque los sucesos hayan sido parciales y alternados, no debemos desconfiar de la fortuna. En unas partes triunfan los independientes mientras que los tiranos en lugares diferentes obtienen sus ventajas, y ¿cuál es el resultado final?, ¿no está el Nuevo Mundo entero, conmovido y armado para su defensa? Echemos una ojeada y observaremos una lucha simultánea en la inmensa extensión de este hemisferio.

El belicoso estado de las provincias del Río de la Plata ha purgado su territorio y conducido sus armas vencedoras al Alto Perú, conmoviendo a Arequipa e inquietando a los realistas de Lima. Cerca de un millón de habitantes disfruta allí de su libertad.

El reino de Chile, poblado de 800 000 almas, está lidiando contra sus enemigos que pretenden dominarlo; pero en vano, porque los que antes pusieron un término a sus conquistas, los indómitos y libres araucanos, son sus vecinos y compatriotas; y su ejemplo sublime es suficiente para probarles que el pueblo que ama su independencia por fin la logra.

El virreinato del Perú, cuya población asciende a millón y medio de habitantes, es sin duda el más sumiso y al que más sacrificios se le han arrancado para la causa del Rey; y bien que sean vanas las relaciones concernientes a aquella porción de América, es indudable que ni está tranquila, ni es capaz de oponerse al torrente que amenaza a las más de sus provincias.

La Nueva Granada que es, por decirlo así, el corazón de la América, obedece a un gobierno general, exceptuando el reino de Quito, que con la mayor dificultad contienen sus enemigos por ser fuertemente adicto a la causa de su patria, y las provincias de Panamá y Santa Marta que sufren, no sin dolor, la tiranía de sus señores. Dos millones y medio de habitantes están esparcidos en aquel territorio, que actualmente defienden contra el ejército español bajo el general Morillo, que es verosímil sucumba delante de la inexpugnable plaza de Cartagena. Mas si la tomare será a costa de grandes pérdidas, y desde luego carecerá de fuerzas bastantes para subyugar a los morigerados y bravos moradores del interior.

En cuanto a la heroica y desdichada Venezuela, sus acontecimientos han sido tan rápidos, y sus devastaciones tales, que casi la han reducido a una absoluta indigencia y a una soledad espantosa; no obstante que era uno de los más bellos países de cuantos hacían el orgullo de la América. Sus tiranos gobiernan un desierto; y sólo oprimen a tristes restos que, escapados de la muerte, alimentan una precaria existencia; algunas mujeres, niños y ancianos son los que quedan. Los más de los hombres han perecido por no ser esclavos, y los que viven, combaten con furor en los campos y en los pueblos internos, hasta expirar o arrojar al mar a los que, insaciables de sangre y de crímenes, rivalizan con los primeros monstruos que hicieron desaparecer de la América a su raza primitiva. Cerca de un millón de habitantes se contaba en Venezuela; y, sin exageración, se puede asegurar que una cuarta parte ha sido sacrificada por la tierra, la espada, el hambre, la peste, las peregrinaciones; excepto el terremoto, todo resultado de la guerra.

En Nueva España había en 1808, según nos refiere el barón de Humboldt, 7.800.000 almas con inclusión de Guatemala. Desde aquella época, la insurrección que ha agitado a casi todas las provincias ha hecho disminuir sensiblemente aquel cómputo, que parece exacto; pues más de un millón de hombres ha perecido, como lo podrá Vd. ver en la exposición de Mr. Walton, que describe con fidelidad los sanguinarios crímenes cometidos en aquel opulento imperio. Allí la lucha se mantiene a fuerza de sacrificios humanos y de todas especies, pues nada ahorran los españoles con tal que logren someter a los que han tenido la desgracia de nacer en este suelo, que parece destinado a empaparse con la sangre de sus hijos. A pesar de todo, los mexicanos serán libres porque han abrazado el partido de la patria, con la resolución de vengar a sus antepasados o seguirlos al sepulcro. Ya ellos dicen con Raynall: llegó el tiempo, en fin, de pagar a los españoles suplicios con suplicios y de ahogar esa raza de exterminadores en su sangre o en el mar.

Las islas de Puerto Rico y Cuba que, entre ambas, pueden formar una población de 700 a 800.000 almas, son las que más tranquilamente poseen los españoles, porque están fuera del contacto de los independientes. Mas ¿no son americanos estos insulares? ¿No son vejados? ¿No desean su bienestar?

Este cuadro representa una escala militar de 2.000 leguas de longitud y 900 de latitud en su mayor extensión, en que 16 millones de americanos defienden sus derechos o están oprimidos por la nación española, que aunque fue, en algún tiempo, el más vasto imperio del mundo, sus restos son ahora impotentes para dominar el nuevo hemisferio y hasta para mantenerse en el antiguo. ¿Y la Europa civilizada, comerciante y amante de la libertad, permite que una vieja serpiente, por sólo satisfacer su saña envenenada, devore la más bella parte de nuestro globo? ¡Qué! ¿Está la Europa sorda al clamor de su propio interés? ¿No tiene ya ojos para ver la justicia? ¿Tanto se ha endurecido, para ser de este modo insensible? Estas cuestiones, cuanto más lo medito, más me confunden; llego a pensar que se aspira a que desaparezca la América; pero es imposible, porque toda la Europa no es España. ¡Qué demencia la de nuestra enemiga, pretender reconquistar la América, sin marina, sin tesoro y casi sin soldados!, pues los que tiene, apenas son bastantes para retener a su propio pueblo en una violenta obediencia y defenderse de sus vecinos. Por otra parte, ¿podrá esta nación hacer el comercio exclusivo de la mitad del mundo, sin manufacturas, sin producciones territoriales, sin artes, sin ciencias, sin política? Lograda que fuese esta loca empresa; y suponiendo más aún, lograda la pacificación, los hijos de los actuales americanos, unidos con los de los europeos reconquistadores, ¿no volverían a formar dentro de veinte años los mismos patrióticos designios que ahora se están combatiendo?

La Europa haría un bien a la España en disuadirla de su obstinada temeridad; porque a lo menos le ahorraría los gastos que expende y la sangre que derrama; a fin de que, fijando su atención en sus propios recintos, fundase su prosperidad y poder sobre bases más sólidas que las de inciertas conquistas, un comercio precario y exacciones violentas en pueblos remotos, enemigos y poderosos. La Europa misma, por miras de sana política, debería haber preparado y ejecutado el proyecto de la independencia americana; no sólo porque el equilibrio del mundo así lo exige; sino porque éste es el medio legítimo y seguro de adquirirse establecimientos ultramarinos de comercio. La Europa que no se halla agitada por las violentas pasiones de la venganza, ambición y codicia, como la España, parece que estaba autorizada por todas las leyes de la equidad a ilustrarla sobre sus bien entendidos intereses.

Cuantos escritores han tratado la materia se acuerdan de esta parte. En consecuencia, nosotros esperábamos con razón que todas las naciones cultas se apresurarían a auxiliarnos, para que adquiriésemos un bien cuyas ventajas son reciprocas a entrambos hemisferios. Sin embargo, ¡cuán frustradas esperanzas! No sólo los europeos, pero hasta nuestros hermanos del norte se han mantenido inmóviles espectadores de esta contienda, que por su esencia es la más justa, y por sus resultados la más bella e importante de cuantas se han suscitado en los siglos antiguos y modernos, porque ¿hasta dónde se puede calcular la trascendencia de la libertad del hemisferio de Colón?

"La felonía con que Bonaparte —dice Vd.— prendió a Carlos IV y a Fernando VII, reyes de esta nación, que tres siglos ha aprisionó con traición a dos monarcas de la América meridional, es un acto muy manifiesto de la retribución divina, y al mismo tiempo una prueba de que Dios sostiene la justa causa de los americanos y les concederá su independencia. "

Parece que Vd. quiere aludir al monarca de México Montezuma, preso por Cortés y muerto, según Herrera, por el mismo, aunque Solís dice que por el pueblo; y a Atahualpa, Inca del Perú, destruido por Francisco Pizarro y Diego de Almagro. Existe tal diferencia entre la suerte de los reyes españoles y de los reyes americanos, que no admite comparación; los primeros son tratados con dignidad, conservados, y al fin recobran su libertad y trono; mientras que los últimos sufren tormentos inauditos y los vilipendios más vergonzosos. Si a Guatimozín, sucesor de Montezuma, se le trata como emperador y le ponen la corona, fue por irrisión y no por respeto; para que experimentase este escarnio antes que las torturas. Iguales a la suerte de este monarca fueron las del rey de Michoacán, Catzontzín; el Zipa de Bogotá y cuantos toquis, imas, zipas, ulmenes, caciques y demás dignidades indianas sucumbieron al poder español. El suceso de Fernando VII es más semejante al que tuvo lugar en Chile en 1535, con el ulmen de Copiapó, entonces reinante en aquella comarca. El español Almagro pretextó, como Bonaparte, tomar partido por la causa del legítimo soberano y, en consecuencia, llama al usurpador, como Fernando lo era en España; aparenta restituir al legítimo a sus estados, y termina por encadenar y echar a las llamas al infeliz ulmen, sin querer ni aun oír su defensa. Este es el ejemplo de Fernando VII con su usurpador. Los reyes europeos sólo padecen destierro; el ulmen de Chile termina su vida de un modo atroz.

"Después de algunos meses —añade Vd.— he hecho muchas reflexiones sobre la situación de los americanos y sus esperanzas futuras; tomo grande interés en sus sucesos, pero me faltan muchos informes relativos a su estado actual y a lo que ellos aspiran; deseo infinitamente saber la política de cada provincia, como también su población, si desean repúblicas o monarquías, si formarán una gran república o una gran monarquía. Toda noticia de esta especie que Vd. pueda darme, o indicarme las fuentes a que debo ocurrir, la estimaré como un favor muy particular. "

Siempre las almas generosas se interesan en la suerte de un pueblo que se esmera por recobrar los derechos con que el Creador y la naturaleza lo han dotado; y es necesario estar bien fascinado por el error o por las pasiones para no abrigar esta noble sensación: Vd. ha pensado en mi país y se interesa por él; este acto de benevolencia me inspira el más vivo reconocimiento.

He dicho la población que se calcula por datos más o menos exactos, que mil circunstancias hacen fallidos sin que sea fácil remediar esta inexactitud, porque los más de los moradores tienen habitaciones campestres, y muchas veces errantes, siendo labradores, pastores, nómadas, perdidos en medio de los espesos e inmensos bosques, llanuras solitarias y aisladas entre lagos y ríos caudalosos. ¿Quién será capaz de formar una estadística completa de semejantes monarcas? Además los tributos que pagan los indígenas; las penalidades de los esclavos; las primicias, diezmos y derechos que pesan sobre los labradores y otros accidentes alejan de sus hogares a los pobres americanos. Esto es sin hacer mención de la guerra de exterminio que ya ha segado cerca de un octavo de la población y ha ahuyentado una gran parte; pues entonces las dificultades son insuperables y el empadronamiento vendrá a reducirse a la mitad del verdadero censo.

Todavía es más difícil presentir la suerte futura del Nuevo Mundo, establecer principios sobre su política y casi profetizar la naturaleza del gobierno que llegará a adoptar. Toda idea relativa al porvenir de este país me parece aventurada. ¿Se pudo prever cuando el género humano se hallaba en su infancia, rodeado de tanta incertidumbre, ignorancia y error, cuál sería el régimen que abrazaría para su conservación? ¿Quién se habría atrevido a decir: tal nación será república o monarquía, ésta será pequeña, aquélla grande? En mi concepto, ésta es la imagen de nuestra situación. Nosotros somos un pequeño género humano; poseemos un mundo aparte, cercado por dilatados mares, nuevo en casi todas la artes y ciencias, aunque en cierto modo viejo en los usos de la sociedad civil. Yo considero el estado actual de la América, como cuando desplomado el Imperio Romano cada desmembración formó un sistema político, conforme a sus intereses y situación o siguiendo la ambición particular de algunos jefes, familias o corporaciones; con esta notable diferencia, que aquellos miembros dispersos volvían a restablecer sus antiguas naciones con las alteraciones que exigían las cosas o los sucesos; mas nosotros, que apenas conservamos vestigios de lo que en otro tiempo fue, y que por otra parte no somos indios ni europeos, sino una especie media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles: en suma, siendo nosotros americanos por nacimiento y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar éstos a los del país y que mantenernos en él contra la invasión de los invasores; así nos hallamos en el caso más extraordinario y complicado; no obstante que es una especie de adivinación indicar cuál será el resultado de la línea de política que la América siga, me atrevo a aventurar algunas conjeturas, que, desde luego, caracterizo de arbitrarias, dictadas por un deseo racional y no por un raciocinio probable.

La posición de los moradores del hemisferio americano ha sido, por siglos, puramente pasiva: su existencia política era nula. Nosotros estábamos en un grado todavía más bajo de la servidumbre, y por lo mismo con más dificultad para elevarnos al goce de la libertad. Permítame Vd. estas consideraciones para establecer la cuestión. Los estados son esclavos por la naturaleza de su constitución o por el abuso de ella. Luego un pueblo es esclavo cuando el gobierno, por su esencia o por sus vicios, huella y usurpa los derechos del ciudadano o súbdito. Aplicando estos principios, hallaremos que la América no sólo estaba privada de sus libertad, sino también de la tiranía activa y dominante. Me explicaré. En las administraciones absolutas no se reconocen límites en el ejercicio de las facultades gubernativas: la voluntad del gran sultán, kan, rey y demás soberanos despóticos es la ley suprema y ésta es casi arbitrariamente ejecutada por los bajaes, kanes y sátrapas subalternos de la Turquía y Persia, que tienen organizada una opresión de que participan los súbditos en razón de la autoridad que se les confía. A ellos está encargada la administración civil, militar y política, de rentas y la religión. Pero al fin son persas los jefes de Ispahan, son turcos los visires del Gran Señor, son tártaros los sultanes de la Tartaria. La China no envía a buscar mandatarios militares y letrados al país de Gengis Kan, que la conquistó, a pesar de que los actuales chinos son descendientes directos de los subyugados por los ascendientes de los presentes tártaros.

¡Cuán diferente era entre nosotros! Se nos vejaba con una conducta que además de privarnos de los derechos que nos correspondían, nos dejaba en una especie de infancia permanente con respecto a las transacciones públicas. Si hubiésemos siquiera manejado nuestros asuntos domésticos en nuestra administración interior, conoceríamos el curso de los negocios públicos y su mecanismo, y gozaríamos también de la consideración personal que impone a los ojos del pueblo cierto respeto maquinal que es tan necesario conservar en las revoluciones. He aquí por qué he dicho que estábamos privados hasta de la tiranía activa, pues que no nos era permitido ejercer sus funciones.

Los americanos, en el sistema español que está en vigor, y quizá con mayor fuerza que nunca, no ocupan otro lugar en la sociedad que el de siervos propios para el trabajo, y cuando más el de simples consumidores; y aún esta parte coartada con restricciones chocantes: tales son las prohibiciones del cultivo de frutos de Europa, el estanco de las producciones que el Rey monopoliza, el impedimento de las fábricas que la misma Península no posee, los privilegios exclusivos del comercio hasta de los objetos de primera necesidad, las trabas entre provincias y provincias americanas, para que no se traten, entiendan, ni negocien; en fin, ¿quiere Vd. saber cuál es nuestro destino?, los campos para cultivar el añil, la grana, el café, la caña, el cacao y el algodón, las llanuras solitarias para criar ganados, los desiertos para cazar las bestias feroces, las entrañas de la tierra para excavar el oro que no puede saciar a esa nación avarienta.

Tan negativo era nuestro estado que no encuentro semejante en ninguna otra asociación civilizada, por más que recorro la serie de edades y la política de todas las naciones. Pretender que un país tan felizmente constituido, extenso, rico y populoso, sea meramente pasivo, ¿no es un ultraje y una violación de los derechos de la humanidad?

Estábamos, como acabo de exponer, abstraídos y, digámoslo así, ausentes del universo en cuanto es relativo a la ciencia del gobierno y administración del estado. Jamás éramos virreyes ni gobernadores, sino por causas muy extraordinarias; arzobispos y obispos pocas veces; diplomáticos nunca; militares, sólo en calidad de subalternos; nobles, sin privilegios reales; no éramos, en fin, ni magistrados, ni financistas y casi ni aun comerciantes; todo es contravención directa de nuestras instituciones.

El emperador Carlos V formó un pacto con los descubridores, conquistadores y pobladores de América, que como dice Guerra, es nuestro contrato social. Los reyes de España convinieron solemnemente con ellos que lo ejecutasen por su cuenta y riesgo, prohibiéndoseles hacerlo a costa de la real hacienda, y por esta razón se les concedía que fuesen señores de la tierra, que organizasen la administración y ejerciesen la judicatura en apelación, con otras muchas exenciones y privilegios que sería prolijo detallar. El Rey se comprometió a no enajenar jamás las provincias americanas, como que a él no tocaba otra jurisdicción que la del alto dominio, siendo una especie de propiedad feudal la que allí tenían los conquistadores para sí y sus descendientes. Al mismo tiempo existen leyes expresas que favorecen casi exclusivamente a los naturales del país originarios de España en cuanto a los empleos civiles, eclesiásticos y de rentas. Por manera que, con una violación manifiesta de las leyes y de los pactos subsistentes, se han visto despojar aquellos naturales de la autoridad constitucional que les daba su código.

De cuanto he referido será fácil colegir que la América no estaba preparada para desprenderse de la metrópoli, como súbitamente sucedió, por el efecto de las ilegítimas cesiones de Bayona y por la inicua guerra que la Regencia nos declaró, sin derecho alguno para ello, no sólo por la falta de justicia, sino también de legitimidad. Sobre la naturaleza de los gobiernos españoles, sus decretos conminatorios y hostiles, y el curso entero de su desesperada conducta hay escritos, del mayor mérito, en el periódico "El Español" cuyo autor es el señor Blanco; y estando allí esta parte de nuestra historia muy bien tratada, me limito a indicarlo.

Los americanos han subido de repente y sin los conocimientos previos, y, lo que es más sensible, sin la práctica de los negocios públicos, a representar en la escena del mundo las eminentes dignidades de legisladores, magistrados, administradores del erario, diplomáticos, generales y cuantas autoridades supremas y subalternas forman la jerarquía de un estado organizado con regularidad.

Cuando las águilas francesas sólo respetaron los muros de la ciudad de Cádiz, y con su vuelo arrollaron los frágiles gobiernos de la Península, entonces quedamos en la orfandad. Ya antes habíamos sido entregados a la merced de un usurpador extranjero; después, lisonjeados con la justicia que se nos debía y con esperanzas halagüeñas siempre burladas; por último, inciertos sobre nuestro destino futuro, y amenazados por la anarquía, a causa de la falta de un gobierno legítimo, justo y liberal, nos precipitamos en el caos de la revolución. En el primer momento sólo se cuidó de proveer a la seguridad interior, contra los enemigos que encerraba nuestro seno. Luego se extendió a la seguridad exterior; se establecieron autoridades que sustituimos a las que acabábamos de deponer, encargadas de dirigir el curso de nuestra revolución y de aprovechar la coyuntura feliz en que nos fuese posible fundar un gobierno constitucional, digno del presente siglo y adecuado a nuestra situación.

Todos los nuevos gobiernos marcaron sus primeros pasos con el establecimiento de juntas populares. Estas formaron en seguida reglamentos para la convocación de congresos que produjeron alteraciones importantes. Venezuela erigió un gobierno democrático y federal, declarando previamente los derechos del hombre, manteniendo el equilibrio de los poderes y estatuyendo leyes generales en favor de la libertad civil, de imprenta y otras; finalmente se constituyó un gobierno independiente. La Nueva Granada siguió con uniformidad los establecimientos políticos y cuantas reformas hizo Venezuela, poniendo por base fundamental de su constitución el sistema federal más exagerado que jamás existió; recientemente se ha mejorado con respecto al poder ejecutivo general, que ha obtenido cuantas atribuciones le corresponden. Según entiendo, Buenos Aires y Chile han seguido esta misma línea de operaciones; pero como nos hallamos a tanta distancia, los documentos son tan raros y las noticias tan inexactas, no me animaré ni aun a bosquejar el cuadro de sus transacciones.

Los sucesos de México han sido demasiado varios, complicados, rápidos y desgraciados para que se puedan seguir en el curso de su revolución. Carecemos, además, de documentos bastante instructivos, que nos hagan capaces de juzgarlos. Los independientes de México, por lo que sabemos, dieron principio a su insurrección en septiembre de 1810, y un año después ya tenían centralizado su gobierno en Zitácuaro e instalada allí una junta nacional, bajo los auspicios de Fernando VII, en cuyo nombre se ejercían las funciones gubernativas. Por los acontecimientos de la guerra, esta junta se trasladó a diferentes lugares, y es verosímil que se haya conservado hasta estos últimos momentos, con las modificaciones que los sucesos hayan exigido. Se dice que ha creado un generalísimo o dictador, que lo es el ilustre general Morelos; otros hablan del célebre general Rayón; lo cierto es que uno de estos grandes hombres, o ambos separadamente, ejercen la autoridad suprema en aquel país; y recientemente ha aparecido una constitución para el régimen del estado. En marzo de 1812 el gobierno, residente en Zultepec, presentó un plan de paz y guerra al virrey de México, concebido con la más profunda sabiduría. En él se reclamó el derecho de gentes, estableciendo principios de una exactitud incontestable. Propuso la junta que la guerra se hiciese como entre hermanos y conciudadanos, pues que no debía ser más cruel que entre naciones extranjeras; que los derechos de gentes y de guerra, inviolables para los mismos infieles y bárbaros, debían serlo más para cristianos, sujetos a un soberano y a unas mismas leyes; que los prisioneros no fuesen tratados como reos de lesa majestad ni se degollasen los que rendían las armas, sino que se mantuviesen en rehenes para canjearlos; que no se entrase a sangre y fuego en las poblaciones pacíficas, no las diezmasen ni quintasen para sacrificarlas; y concluye que, en caso de no admitirse este plan, se observarían rigurosamente las represalias. Esta negociación se trató con el más alto desprecio; no se dio respuesta a la junta nacional; las comunicaciones originales se quemaron públicamente en la plaza de México, por mano del verdugo, y la guerra de exterminio continuó por parte de los españoles con su furor acostumbrado, mientras que los mexicanos y las otras naciones americanas no la hacían ni aun a muerte con los prisioneros de guerra que fuesen españoles. Aquí se observa que por causas de conveniencia, se conservó la apariencia de sumisión al rey y aun a la constitución de la monarquía. Parece que la junta nacional es absoluta en el ejercicio de las funciones legislativas, ejecutivas y judiciales, y el número de sus miembros muy limitado.

Los acontecimientos de la Tierra Firme nos han probado que las instituciones perfectamente representativas no son adecuadas a nuestro carácter, costumbres y luces actuales. En Caracas el espíritu del partido tomó su origen en las sociedades, asambleas y elecciones populares; y estos partidos nos tornaron a la esclavitud. Y así como Venezuela ha sido la república americana que más se ha adelantado en sus instituciones políticas, también ha sido el más claro ejemplo de la ineficacia de la forma democrática y federal para nuestros nacientes estados. En Nueva Granada las excesivas facultades de los gobiernos provinciales y la falta de centralización en el general, han conducido aquel precioso país al estado a que se ve reducido en el día. Por esta razón, sus débiles enemigos se han conservado contra todas las probabilidades. En tanto que nuestros compatriotas no adquieran los talentos y virtudes políticas que distinguen a nuestros hermanos del Norte, los sistemas enteramente populares, lejos de sernos favorables, temo mucho que vengan a ser nuestra ruina. Desgraciadamente estas cualidades parecen estar muy distantes de nosotros en el grado que se requiere; y por el contrario, estamos dominados de los vicios que se contraen bajo la dirección de una nación como la española, que sólo ha sobresalido en fiereza, ambición, venganza y codicia.

"Es más difícil —dice Montesquieu— sacar un pueblo de la servidumbre, que subyugar uno libre." Esta verdad está comprobada por los anales de todos los tiempos, que nos muestran las más de las naciones libres sometidas al yugo y muy pocas de las esclavas recobrar su libertad. A pesar de este convencimiento, los meridionales de este continente han manifestado el conato de conseguir instituciones liberales y aun perfectas, sin duda, por efecto del instinto que tienen todos los hombres de aspirar a su mejor felicidad posible; la que se alcanza, infaliblemente, en las sociedades civiles, cuando ellas están fundadas sobre las bases de la justicia, de la libertad y de la igualdad. Pero, ¿seremos nosotros capaces de mantener en su verdadero equilibrio la difícil carga de una república? ¿Se puede concebir que un pueblo recientemente desencadenado se lance a la esfera de la libertad sin que, como a Icaro, se le deshagan las alas y recaiga en el abismo? Tal prodigio es inconcebible, nunca visto. Por consiguiente no hay un raciocinio verosímil que nos halague con esta esperanza.

Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria. Aunque aspiro a la perfección del gobierno de mi patria, no puedo persuadirme que el Nuevo Mundo sea por el momento regido por una gran república; como es imposible, no me atrevo a desearlo, y menos deseo una monarquía universal en América, porque este proyecto, sin ser útil, es también imposible. Los abusos que actualmente existen no se reformarían y nuestra regeneración sería infructuosa. Los estados americanos han menester de los cuidados de gobiernos paternales que curen las llagas y las heridas del despotismo y la guerra. La metrópoli, por ejemplo, sería México, que es la única que puede serlo por su poder intrínseco, sin el cual no hay metrópoli. Supongamos que fuese el istmo de Panamá, punto céntrico para todos los extremos de este vasto continente, ¿no continuarían éstos en la languidez y aun en el desorden actual? Para que un solo gobierno dé vida, anime, ponga en acción todos los resortes de la prosperidad pública, corrija, ilustre y perfeccione al Nuevo Mundo, sería necesario que tuviese las facultades de un Dios, y cuando menos las luces y virtudes de todos los hombres.

El espíritu de partido que, al presente, agita a nuestros estados se encendería entonces con mayor encono, hallándose ausente la fuente del poder, que únicamente puede reprimirlo. Además los magnates de las capitales no sufrirían la preponderancia de los metropolitanos, a quienes considerarían como a otros tantos tiranos: sus celos llegarían hasta el punto de comparar a éstos con los odiosos españoles. En fin, una monarquía semejante sería un coloso disforme, que su propio peso desplomaría a la menor convulsión.

M. de Pradt ha dividido sabiamente a la América en quince a diecisiete estados independientes entre sí, gobernados por otros tantos monarcas. Estoy de acuerdo en cuanto a lo primero, pues la América comporta la creación de diecisiete naciones; en cuanto a lo segundo, aunque es más fácil conseguirlo, es menos útil, y así no soy de la opinión de las monarquías americanas. He aquí mis razones: el interés bien entendido de una república se circunscribe en la esfera de su conservación, prosperidad y gloria. No ejerciendo la libertad imperio, porque es precisamente su opuesto, ningún estimulo excita a los republicanos a extender los términos de su nación, en detrimento de sus propios medios, con el único objeto de hacer participar a sus vecinos de una constitución liberal. Ningún derecho adquieren, ninguna ventaja sacan venciéndolos; a menos que los reduzcan a colonias, conquistas o aliados, siguiendo el ejemplo de Roma. Máximas y ejemplos tales, están en oposición directa con los principios de justicia de los sistemas republicanos; y aun diré más, en oposición manifiesta con los intereses de sus ciudadanos: porque un estado demasiado extenso en sí mismo o por sus dependencias, al cabo viene en decadencia y convierte su forma libre en otra tiránica; relaja los principios que deben conservarla y ocurre, por último, al despotismo. El distintivo de las pequeñas repúblicas es la permanencia, el de las grandes es vario; pero siempre se inclina al imperio. Casi todas las primeras han tenido una larga duración; de las segundas sólo Roma se mantuvo algunos siglos, pero fue porque era república la capital y no lo era el resto de sus dominios, que se gobernaban por leyes e instituciones diferentes.

Muy contraria es la política de un rey cuya inclinación constante se dirige al aumento de sus posesiones, riquezas y facultades: con razón, porque su autoridad crece con estas adquisiciones, tanto con respecto a sus vecinos como a sus propios vasallos, que temen en él un poder tan formidable cuanto es su imperio, que se conserva por medio de la guerra y de las conquistas. Por estas razones pienso que los americanos ansiosos de paz, ciencias, artes, comercio y agricultura, preferirían las repúblicas a los reinos, y me parece que estos deseos se conforman con las miras de la Europa.

No convengo en el sistema federal entre los populares y representativos, por ser demasiado perfecto y exigir virtudes y talentos políticos muy superiores a los nuestros; por igual razón rehuso la monarquía mixta de aristocracia y democracia, que tanta fortuna y esplendor ha procurado a la Inglaterra. No siéndonos posible lograr entre las repúblicas y monarquías lo más perfecto y acabado, evitemos caer en anarquías demagógicas, o en tiranías monócratas. Busquemos un medio entre extremos opuestos, que nos conducirían a los mismos escollos, a la infelicidad y al deshonor. Voy a arriesgar el resultado de mis cavilaciones sobre la suerte futura de la América: no la mejor sino la que sea más asequible.

Por la naturaleza de las localidades, riquezas, poblaciones y carácter de los mexicanos, imagino que intentarán al principio establecer una república representativa, en la cual tenga grandes atribuciones el poder ejecutivo, concentrándolo en un individuo que si desempeña sus funciones con acierto y justicia, casi naturalmente vendrá a conservar su autoridad vitalicia. Si su incapacidad o violenta administración excita una conmoción popular que triunfe, este mismo poder ejecutivo quizás se difundirá en una asamblea. Si el partido preponderante es militar o aristocrático, exigirá probablemente una monarquía que al principio será limitada y constitucional, y después inevitablemente declinará en absoluta; pues debemos convenir en que nada hay más difícil en el orden político que la conservación de una monarquía mixta; y también es preciso convenir en que sólo un pueblo tan patriota como el inglés es capaz de contener la autoridad de un rey, y de sostener el espíritu de libertad bajo un cetro y una corona.

Los estados del istmo de Panamá hasta Guatemala formarán quizá una asociación. Esta magnifica posición entre los dos grandes mares podrá ser con el tiempo el emporio del universo; sus canales acortarán las distancias del mundo; estrecharán los lazos comerciales de Europa, América y Asia; traerán a tan feliz región los tributos de las cuatro partes del globo. ¡Acaso sólo allí podrá fijarse algún día la capital de la tierra como pretendió Constantino que fuese Bizancio la del antiguo hemisferio!

La Nueva Granada se unirá con Venezuela, si llegan a convenirse en formar una república central, cuya capital sea Maracaibo, o una nueva ciudad que, con el nombre de Las Casas, en honor de este héroe de la filantropía, se funde entre los confines de ambos países, en el soberbio puerto de Bahía-honda. Esta posición, aunque desconocida, es más ventajosa por todos respectos. Su acceso es fácil y su situación tan fuerte que puede hacerse inexpugnable. Posee un clima puro y saludable, un territorio tan propio para la agricultura como para la cría de ganado, y una grande abundancia de maderas de construcción. Los salvajes que la habitan serian civilizados y nuestras posesiones se aumentarían con la adquisición de la Goagira. Esta nación se llamaría Colombia, como un tributo de justicia y gratitud al creador de nuestro hemisferio. Su gobierno podrá imitar al inglés; con la diferencia de que en lugar de un rey, habrá un poder ejecutivo electivo, cuando más vitalicio, y jamás hereditario, si se quiere república; una cámara o senado legislativo hereditario, que en las tempestades políticas se interponga entre las olas populares y los rayos del gobierno, y un cuerpo legislativo, de libre elección, sin otras restricciones que las de la cámara baja de Inglaterra. Esta constitución participaría de todas las formas, y yo deseo que no participe de todos los vicios. Como ésta es mi patria tengo un derecho incontestable para desearle lo que en mi opinión es mejor. Es muy posible que la Nueva Granada no convenga en el reconocimiento de un gobierno central, porque es en extremo adicta a la federación; y entonces formará, por sí sola, un estado que, si subsiste, podrá ser muy dichoso por sus grandes recursos de todo género.

Poco sabemos de las opiniones que prevalecen en Buenos Aires, Chile y el Perú; juzgando por lo que se transluce y por las apariencias, en Buenos Aires habrá un gobierno central, en que los militares se lleven la primacía por consecuencia de sus divisiones internas y guerras externas. Esta constitución degenerará necesariamente en una oligarquía, o una monocracia con más o menos restricciones, y cuya denominación nadie puede adivinar. Sería doloroso que tal cosa sucediese, porque aquellos habitantes son acreedores a la más espléndida gloria.

El reino de Chile está llamado por la naturaleza de su situación, por las costumbres inocentes y virtuosas de sus moradores, por el ejemplo de sus vecinos, los fieros republicanos del Arauco, a gozar de las bendiciones que derraman las justas y dulces leyes de una república. Si alguna permanece largo tiempo en América, me inclino a pensar que será la chilena. Jamás se ha extinguido allí el espíritu de libertad; los vicios de la Europa y del Asia llegarán tarde o nunca a corromper las costumbres de aquel extremo del universo. Su territorio es limitado; estará siempre fuera del contacto inficionado del resto de los hombres; no alterará sus leyes, usos y prácticas; preservará su uniformidad en opiniones políticas y religiosas; en una palabra, Chile puede ser libre.

El Perú, por el contrario, encierra dos elementos enemigos de todo régimen justo y liberal: oro y esclavos. El primero lo corrompe todo; el segundo está corrompido por sí mismo. El alma de un siervo rara vez alcanza a apreciar la sana libertad: se enfurece en los tumultos o se humilla en las cadenas.

Aunque estas reglas serían aplicables a toda la América, creo que con más justicia las merece Lima, por los conceptos que he expuesto y por la cooperación que ha prestado a sus señores contra sus propios hermanos, los ilustres hijos de Quito, Chile y Buenos Aires. Es constante que el que aspira a obtener la libertad a lo menos lo intenta. Supongo que en Lima no tolerarán los ricos la democracia; ni los esclavos y pardos libertos la aristocracia: los primeros preferirán la tiranía de uno solo, por no padecer las persecuciones tumultuarias y por establecer un orden siquiera pacífico. Mucho hará si consigue recobrar su independencia.

De todo lo expuesto podemos deducir estas consecuencias: las provincias americanas se hallan lidiando por emanciparse; al fin obtendrán el suceso; algunas se constituirán de un modo regular en repúblicas federales y centrales; se fundarán monarquías casi inevitablemente en las grandes secciones, y algunas serán tan infelices que devorarán sus elementos ya en la actual ya en las futuras revoluciones, que una gran monarquía no será fácil consolidar, una gran república, imposible.

Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Mundo Nuevo una sola nación con un solo vinculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes estados que hayan de formarse; mas no es posible, porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes, dividen a la América. ¡Qué bello sería que el Istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos! Ojalá que algún ida tengamos la fortuna de instalar allí un augusto congreso de los representantes de las repúblicas, reinos e imperios a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra, con las naciones de las otras partes del mundo. Esta especie de corporación podrá tener lugar en alguna época dichosa de nuestra regeneración; otra esperanza es infundada, semejante a la del abate St. Pierre, que concibió el laudable delirio de reunir un congreso europeo para decidir de la suerte y de los intereses de aquellas naciones.

"Mutaciones importantes y felices —continúa Vd.— pueden ser frecuentemente producidas por efectos individuales." Los americanos meridionales tienen una tradición que dice que cuando Quetzalcóatl, el Hermes o Buda de la América del Sur, resignó su administración y los abandonó, les prometió que volvería después que los siglos desiguales hubiesen pasado, y que él restablecería su gobierno y renovaría su felicidad. ¿Esta tradición no opera y excita una convicción de que muy pronto debe volver? ¿Concibe Vd. cuál será el efecto que producirá si un individuo, apareciendo entre ellos, demostrase los caracteres de Quetzalcóatl, el Buda del bosque, o Mercurio, del cual han hablado tanto las otras naciones? ¿No es la unión todo lo que se necesita para ponerlos en estado de expulsar a los españoles, sus tropas y los partidarios de la corrompida España para hacerlos capaces de establecer un imperio poderoso, con un gobierno libre y leyes benévolas?

Pienso como Vd. que causas individuales pueden producir resultados generales; sobre todo en las revoluciones. Pero no es el héroe, gran profeta, o Dios del Anahuac, Quetzalcóatl el que es capaz de operar los prodigiosos beneficios que Vd. propone. Este personaje es apenas conocido del pueblo mexicano, y no ventajosamente, porque tal es la suerte de los vencidos aunque sean dioses. Sólo los historiadores y literatos se han ocupado cuidadosamente en investigar su origen, verdadera o falsa misión, sus profecías y el término de su carrera. Se disputa si fue un apóstol de Cristo o bien pagano. Unos suponen que su nombre quiere decir Santo Tomás; otros que Culebra Emplumajada; y otros dicen que es el famoso profeta de Yucatán, Chilam-Balam. En una palabra, los más de los autores mexicanos, polémicos e historiadores profanos, han tratado, con más o menos extensión, la cuestión sobre el verdadero carácter de Quetzalcóatl. El hecho es, según dice Acosta, que él estableció una religión cuyos ritos, dogmas y misterios tenían una admirable afinidad con la de Jesús, y que quizás es la más semejante a ella. No obstante esto, muchos escritores católicos han procurado alejar la idea de que este profeta fuese verdadero, sin querer reconocer en él a un Santo Tomás, como lo afirman otros célebres autores. La opinión general es que Quetzalcóatl es un legislador divino entre los pueblos paganos del Anahuac, del cual era lugarteniente el gran Montezuma, derivando de él su autoridad. De aquí se infiere que nuestros mexicanos no seguirían al gentil Quetzalcóatl, aunque apareciese bajo las formas más idénticas y favorables, pues que profesan una religión la más intolerante y exclusiva de las otras.

Felizmente los directores de la independencia de México se han aprovechado del fanatismo con el mejor acierto, proclamando la famosa virgen de Guadalupe por reina de los patriotas, invocándola en todos los casos arduos y llevándola en sus banderas. Con esto el entusiasmo político ha formado una mezcla con la religión, que ha producido un fervor vehemente por la sagrada causa de la libertad. La veneración de esta imagen en México es superior a la más exaltada que pudiera inspirar el más diestro profeta.

Seguramente la unión es la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración. Sin embargo, nuestra división no es extraña, porque tal es el distintivo de las guerras civiles formadas generalmente entre dos partidos: conservadores y reformadores. Los primeros son, por lo común, más numerosos, porque el imperio de la costumbre produce el efecto de la obediencia a las potestades establecidas; los últimos son siempre menos numerosos, aunque más vehementes e ilustrados. De este modo la masa física se equilibra con la fuerza moral, y la contienda se prolonga siendo sus resultados muy inciertos. Por fortuna, entre nosotros, la masa ha seguido a la inteligencia.

Yo diré a Vd. lo que puede ponernos en actitud de expulsar a los españoles y de fundar un gobierno libre: es la unión, ciertamente; mas esta unión no nos vendrá por prodigios divinos, sino por efectos sensibles y esfuerzos bien dirigidos. La América está encontrada entre sí, porque se halla abandonada de todas las naciones; aislada en medio del universo, sin relaciones diplomáticas ni auxilios militares, y combatida por la España, que posee más elementos para la guerra que cuantos nosotros furtivamente podemos adquirir.

Cuando los sucesos no están asegurados, cuando el estado es débil y cuando las empresas son remotas, todos los hombres vacilan, las opiniones se dividen, las pasiones las agitan y los enemigos las animan para triunfar por este fácil medio. Luego que seamos fuertes, bajo los auspicios de una nación liberal que nos preste su protección, se nos verá de acuerdo cultivar las virtudes y los talentos que conducen a la gloria; entonces seguiremos la marcha majestuosa hacia las grandes prosperidades a que está destinada la América meridional; entonces las ciencias y las artes que nacieron en el Oriente y han ilustrado la Europa, volarán a Colombia libre, que las convidará con un asilo.

Tales son, señor, las observaciones y pensamientos que tengo el honor de someter a Vd. para que los rectifique o deseche, según su mérito, suplicándole se persuada que me he atrevido a exponerlos, más por no ser descortés, que porque me crea capaz de ilustrar a Vd. en la materia.
Soy de Vd. etc., etc., etc.

Bolívar

Corresponsal:

Yesenia Belandria Chacon

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hola sóc un ciutadà de mollet del valles que a tingut d’anar a viure a Tarragona a casa d’un amic, perquè des que em baix separa no tinc casa ia casa dels meus pares hi ha molta gent i no es pot viure, fa 3 anys i mig que estic a l’atur i 9 mesos que no cobro cap prestació, no tinc ni per menjar i tinc una nena de 6 anys que no puc mantenir i aquesta amb la seva mare, gràcies a déu, el que demano que si algú em pot tirar un cable, per poder treballar, o poder aconseguir alguna paga mentre em surt una feina, per poder menjar i no passar el que estic passant i també poder passar la manuntenció que porto 9 mesos que no la puc passar i anat moltes vegades a l’ajuntament a pedra treball o alguna ajuda i m’han donat llargues i un d’ells era josé medina que semblava que gaudia al veure així de malament! moltes gràcies i perdonar els meus comentaris i les molèsties que i pogut causar .. petons i abraçades.

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